El antídoto natural para el dolor articular y muscular

Comenzamos un día y al despegar la cabeza de la almohada sentimos una tensión desagradable en el cuello, queremos peinarnos o lavar los dientes y nuestro brazo no alcanza a subir del todo por el dolor limitante que sentimos en el hombro o en el codo al momento de tomar el peine o el cepillo de dientes, algunos de nosotros también nos es difícil amarrar nuestras agujetas ya que el dolor en la espalda o cadera nos limita, comenzamos a subir o bajar unas escaleras y nuestras rodillas experimentan tensión, una punzada que no nos deja bajar o subir con facilidad, recoger algo del piso simplemente ya no es cómodo y es, hasta cierto punto complicado. Nuestras actividades se empiezan a dificultar incluso caminar, jugar con nuestros hijos, mantenernos de pie o sentados.

¿Qué nos pasó? ¿En qué momento perdimos esa habilidad de podernos mover?

Muchos decimos que es por la edad, pero la realidad es que la edad tiene poco que ver con estos síntomas, nuestra edad no representa nuestra habilidad para llevar nuestras actividades.

Buscamos un antídoto y encontramos diferentes técnicas y medicamentos que momentáneamente nos dan alivio, parece que no hay nada que nos de una solución, hace tiempo fui una de esas personas, de las que sufrían constantemente de dolor y rigidez, llego un momento que cargar una maleta era doloroso para mis hombros pero me di cuenta de algo que antes no sabía, que un verdadero antídoto es aquel que te guía hacia una mejor forma de moverte, que te da herramientas para agilizar tu movimiento, que si ya haces ejercicio pueda este ser una forma de fortalecerte y no de hacer que te duela mas, aprendí de músculos y de mecánica humana.

Ahora con esto no quiero decir que deban aprender esto para que encuentren alivio a sus dolores, lo que quiero decir es que realmente hay una manera de mejorar y en los medicamentos, a pesar de ayudarnos en los momentos de emergencia, no esta. "El cuerpo responde a los estímulos que le damos cada día" y si cada día nos preocupamos entonces responderá a eso, si lo sobrecargamos de trabajo también a eso responderá, si lo alimentamos o no, si aunque hacemos ejercicio lo estresamos a un punto en el que nuestras articulaciones y órganos se vean comprometidos, también a todo esto sabrá responder y llega un punto en el que debe compensar de tal forma que nos enfermamos y comenzamos con malestares en cualquier parte o de diferente índole en nuestro cuerpo.

Ser especialista en músculos me dio el conocimiento para ayudarme, pero también para ayudar a otros a mejorar sus habilidades y que puedan llevar sus vidas con mas eficiencia y libertad de movimiento.