La maravilla de realizar actividad física

Hacer ejercicio ha sido para mí la mejor forma de relacionarme con todo, desde la naturaleza hasta mi vida social y es que, aunque nunca fui un prodigio en algún deporte siempre me divertía con mis amigos y familiares.

La mayor parte de mi vida estuve rodeado de bosques y montañas en un clima fresco aún cuando hubiese sol.

No fue un deporte específicamente el que practiqué ya que jugué fútbol, voleibol, atletismo, básquetbol, etc., y pongo este etc. porque en la actividad física también podría poner los juegos que de niño hacía como quemados, costales, bolillo, carreritas y fueron tantos que no recuerdo todos, en fin, el mejor acercamiento que tuve con todas las personas fue a travez de la actividad, no recuerdo haberme fijado un objetivo de ganar o de llegar a algunos juegos específicamente pero lo que si deseaba con todas mis ganas era de estar con mis amigos y seguirme divirtiendo, mis mayores esfuerzos y mis levantadas temprano no eran para lograr crear una marca sino para estar con ellos y ellas, para ir al bosque, ver cada espectáculo de la naturaleza, la lluvia, el amanecer, ver mecerse los árboles con el viento y escucharlos crujir, estar entre todo esto era increíble para mi, no había mayor satisfacción que esta. La sensación de estar ahí en ese momento era lo mejor de levantarme cada mañana.

Hoy en día me hice profesional de la actividad física y tengo un mayor conocimiento científico, entiendo algunas cosas que antes no entendía, o por lo menos no las entendía como las entiendo ahora, puedo ayudar a muchas personas que sufren de lesiones y desean recuperarse de ellas.

Lo que quiero compartirles en este espacio es simplemente la maravilla de lo que es hacer actividad física, se que todos lo hacen por diferentes razones y que si yo viví de esta manera este proceso, cada uno tendrá un proceso y una meta diferente a la mía, lo que creo que no debería quedar olvidado es que independientemente de la meta que cada uno tengamos, disfrutar el camino es lo que mejor resulta de todo.

El conocimiento me ha hecho comprender que cada cambio en la estética, en la fuerza o en la resistencia se debe a cambios fisiológicos en donde las hormonas, enzimas y los impulsos nerviosos tienen que ver, que será siempre difícil tener el rendimiento deseado si solo lo hacemos por tratar de cambiar nuestra apariencia o nuestras marcas y no porque de verdad disfrutamos de hacerlo.

Todo lo que hacemos y pensamos ocasiona cambios en nosotros, el resultado de quienes somos es lo que pensamos y hacemos todo el día.

Parece ser que los cambios neuronales dependen de cuanto disfrutamos lo que hacemos.